Nazanín
Armanian
03feb
2014
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“Conócete
a ti mismo, Nada en exceso, y Sé prudente” son
tres de los mandamientos de la sabiduría griega, que el discípulo
Barak Husein Obama intenta aplicar en la gestión del vasto imperio
de EEUU y su entorno. Aunque el balance de la política exterior
ocupaba un escaso lugar en su discurso anual del Estado de la Unión,
insistió, con advertencia a sus opositores incluida, que seguirá
con su táctica del “realismo prudente”. Éste novedoso enfoque,
que intenta abrirse camino entre el “idealismo” (extender el
capitalismo liberal por el mundo como el modelo de democracia,
anteponiendo el ideal nacional al interés nacional) y
el “realismo tradicional”, auspiciado por Henry Kissinger
que defiende mantener la supremacía de EEUU a nivel global usando
los medios necesarios. Obama no es idealista, si no, no tendría
una lista de ciudadanos del mundo para asesinar o ya hubiera cerrado
Guantánamo con un decreto presidencial.